La exposición de Cornelis Zitman en Madrid se mostró en una galería llamada Conde Duque, ubicada en una calle con el mismo nombre.
Estuvo expuesta en una sala del gran edificio del 10 de Junio al 31 de Julio y del 6 de Septiembre al 16 de Octubre de este año 2011, yo fui a visitarla el miércoles 12 de Octubre.
La obra de este autor está muy marcada por sus lugares de residencia, como su estancia de tres años en la isla de Grenada o los tres años que vivió después en Holanda, donde aprendió las técnicas de fundición con el escultor Starreveld.
Todas sus experiencias personales quedan grabadas a fuego en esta exposición, pues une como si de barro se tratase sus vivencias, de ahí que el resultado final sea una inmensa obra llena de figuras forjadas en bronce representando en su mayoría a los nativos de Grenada.
La exposición estaba articulada en tres pasillos con un recorrido claro pero con salidas a la improvisación del espectador. Antes de la sala de la exposición en sí se encontraba una figura de tamaño medio que adelantaba qué tipo de obras se iba a ver dentro, era una forja en bronce de Don Quijote. Nada mas entrar podía verse un gran panel con la biografía y datos de interés del autor, lo que obligaba sin remedio a pararse al espectador pero no impedía ver ya gran parte de la sala, puesto que estaba situada de tal forma que podías leer la biografía y a la vez tener una visión amplia de su obra.
La disposición de las figuras era muy variada, las había colgadas de la pared, o del techo, otras totalmente sobre el suelo, algunas de ellas metidas en urnas de cristal (éstas eran las que menos y las más pequeñas) y otras, la mayoría, sobre peanas blancas, lo que daba un gran juego a la obra ya que, si uno se paraba a observar podía ver cómo el suelo era negro, la peana blanca y la escultura otra vez negra, lo cual daba un ritmo constante a toda la sala. Las esculturas eran todas de bulto redondo, y casi siempre se podían rodear al completo, pues todos sus ángulos eran importantes, aunque también podían encontrarse algunos relieves de yeso.
La mayoría de las figuras representaban a mujeres, tanto desnudas, como semidesnudas o vestidas, pero también podíamos encontrar algunas cabezas o bustos que representaban a niños.
Prácticamente la totalidad de las figuras estaban sentadas, apoyadas, o tumbadas, siempre en actitud de descanso o sosiego.
Los temas eran siempre cotidianos, como por ejemplo en su obra El pescador o La ventana, o incluso su preciosa obra Luna que representa a una mujer tumbada. También había figuras en columpios, en hamacas o camas.
Llamaba especialmente la atención el uso de elementos naturales, como una hamaca de verdad, tela o incluso arena, usada como “peana” de algunas figuras.
Los tamaños eran muy variados, y llegaban desde los 10 cm a los 3 m de altura, como la grandiosa escultura de resina La Gran Holandesa.
Su escultura no es hiperrealista, porque no es lo que pretende, él más bien quiere llegar hasta la esencia de la forma, creando por ejemplo una mujer reconocible pero simplificando sus formas al máximo, quedándose sólo con lo esencial, con el mínimo detalle pero el máximo significado.
A parte de la obra escultórica podíamos encontrar bocetos rápidos a bolígrafo o lápiz, algunos dibujos y un gran cuadro al óleo.
En total se trataba de 103 esculturas (la mayoría en bronce, pero algunas en yeso), 25 dibujos y un óleo.
Personalmente me ha parecido una exposición bien organizada y muy bien pensada y meditada, ya que nada sobraba, faltaba o desentonaba. La disposición de las figuras, la elección de la sala, el color de las peanas, incluso los carteles informativos creaban un ritmo constante, todo mediante contraposición de claroscuro pero agradable a la vista.
Para finalizar quería destacar la dulzura de los rostros, la suavidad de los contornos y el dinamismo de las figuras, todo ello mezclado y ubicado de tal manera que olvidabas qué había fuera de aquella sala, era como adentrarse en la cabeza del autor y ver cada rincón de su mente y, sobre todo, la tranquilidad que se respiraba, era como si las propias esculturas te invitasen a descansar con ellas.